Hoy os voy a enseñar el antes y después de uno de los rincones de mi casa. Se trata de un mueblecito de Ikea que utilizamos para dejar de todo. Allí podemos encontrar desde un peluche, hasta la cámara de fotos con sus cables, pasando por un cuento y hasta el bote de líquido de las lentillas. Un caos al que he puesto fin este fin de semana, quitando todo del medio y dejando la zona despejada, con su cesto para esconder a los próximos trastos que dejemos a lo largo de la semana, pero que prometo colocar de nuevo para que siempre se vea ordenado.
¿Qué os parece? ¿Vosotros también acumuláis trastos y cuando os queréis dar cuenta no cabe ni un alfiler?.
Mucho mejor así, ¿verdad?. Buen día a todos.
1 comentario:
me encanta ese rincón. claro que está mejor ahora, pero hasta antes tenía su encanto!
y el espejo...es una pasada!!
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